Hace poco más de un año un grupo de ciudadanos interesados en mejorar las condiciones de habitabilidad de Oaxaca, nos conocimos, reconocimos y decidimos empezar a trabajar de manera colectiva buscando incidir de manera activa y directa en los procesos de planeación y construcción de nuestra ciudad. Cada uno desde sus plataformas de acción ciudadana, instituciones no gubernamentales, colectivos, grupos y desde el activismo personal, iniciamos un proceso de trabajo articulado en torno a un interés en común: la promoción de la bici como medio de transporte.

Si bien Oaxaca tiene un amplio historial de movimientos ciudadanos que han determinado la forma de ver y hacer ciudadanía, poco se ha trabajado desde la trinchera de la movilidad. Los esfuerzos en este sentido han sido un tanto aislados, de manera que el impacto que este tipo de iniciativas busca, ha quedado diluido en un mar de otros movimientos sociales que si bien constantemente hacen un uso político del espacio público, nunca han tenido como objetivo cuestionar cómo hemos ido construyendo y asignando un uso a este espacio común, no sólo al espacio histórico, sino al conjunto de calles, parques, plazas de la ciudad en su totalidad; y si esta manera de hacerlo se ve reflejada en una mejora de la calidad de vida de quienes habitamos Oaxaca.

Conscientes y en el entendido que si bien la bicicleta era un elemento común en nuestro trabajo individual, el tema a impulsar de manera colectiva era la ciudad. Así, como primer punto de este entramado que hemos ido tejiendo, en mayo de 2016 nos dimos a la tarea de dirigir nuestro esfuerzo en presentar una Agenda de Movilidad Local y Estatal, que no sólo sirvió para tener clara la ciudad que visualizamos en colectivo, sino también para comunicar de manera asertiva a nuestros tomadores de decisión una propuesta de trabajo que de manera articulada nos permitiera avanzar hacia concretar esa visión de ciudad. El esfuerzo que implicó presentar esta propuesta, detonó una dinámica de trabajo que se ha mantenido a lo largo de varios meses y que a la fecha nos ha llevado a concretar algunas otras iniciativas en materia de movilidad y espacio público.

Como parte del trabajo que se ha ido construyendo desde esta red de colectivos, organizaciones y personas (Femicletas, Insolente, Enbiciando, Fundación Bustamante Vasconcelos, Vixi Escuela, Sikanda y aliados como Bicibella, entre otros) en marzo de 2017 realizamos un Preforo de la Bicicleta en el marco del Foro Mundial de la Bicicleta, del que nuestro país es sede este año. Así, logramos articular más de 20 actividades relativas al espacio público y la movilidad, incluyendo sectores que poco se han tomado en cuenta en este tipo de iniciativas como niños, mujeres y personas con discapacidad.

El papel activo de Casa de la Ciudad (organización no gubernamental que forma parte de las iniciativas de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca) como plataforma de encuentro ciudadano, ha sido un factor clave en el impulso de estas propuestas gracias al respaldo de un trabajo consolidado desde hace más de trece años, desarrollando y gestionando proyectos de movilidad y espacio público, posicionando estos temas en la agenda pública, fungiendo como un puente entre organizaciones, ciudadanos y distintos niveles de gobierno para articular esfuerzos en una misma dirección y, acercando herramientas a distintos actores claves que nos permitan tener un suelo común para construir esta visión de ciudad a la que aspiramos.

En este proceso hemos encontrado en el camino grandes aliados que se han sumado a nuestra agenda. Así, a principios de marzo de 2017 se generó un acercamiento con integrantes de Vive la Calzada, un grupo de vecinos de la Calzada Porfirio Díaz, una de las calles más emblemáticas de la ciudad, que desde el 2013 unieron esfuerzos como comunidad para contar con una organización participativa y comprometida con el espacio común que habitan. Parte de su labor es el cuidado y mejoramiento del espacio público realizando trabajo comunitario conocido como tequio, de manera que banquetas, jardineras, cruces peatonales, luminarias, mobiliario urbano y otros elementos que forman parte del paisaje que habitan se mantenga limpio, ordenado y agradable. Este primer acercamiento significó el inicio de una relación entre organizaciones cuyo punto de partida es una agenda común en torno al espacio público y la bicicleta.

Como parte de esta visión de ciudad que las partes involucradas compartimos, está la del rescate de nuestro espacio público como un lugar de convivencia. Un proyecto que ha figurado de manera intermitente en distintos momentos y plataformas, es el de la implementación de una Vía Recreativa y en el que las partes involucradas coincidimos en este momento clave, tomando la decisión de empezar a trabajar en ello como un proyecto ciudadano colectivo.

Si bien el esfuerzo articulado entre organizaciones para lograr la implementación de una primera edición de la Vía Recreativa Oaxaca (VRO) se dio en tiempo récord, poco más de tres semanas, el que se haya logrado de esta manera responde a que, de forma previa y paralela, ha ido ocurriendo un proceso de empoderamiento ciudadano que nos hizo llegar listas a todas las organizaciones involucradas, para consolidar en poco tiempo la convocatoria, planeación y logística que una Vía Recreativa requiere.

El Laboratorio Urbano de Casa de la Ciudad había trabajado de forma previa el tema desde hace un año, haciendo mapeo de actores clave en distintos niveles de gobierno, diseñando la estrategia para su gestión y generando información técnica que permitió tener un proyecto que fue presentado a integrantes del cabildo municipal a principios de este año, y posteriormente a otros actores involucrados en la organización de este iniciativa. Una vez generados los acuerdos necesarios, se dio a la tarea de generar la planeación y logística que permitió operar el proyecto, contando con el apoyo y asesoría de otras organizaciones ciudadanas como Bicivilizate Michoacán. Además, realizó un trabajo de registro que ha permitido tener datos sobre el impacto de esta primera edición.

Por su parte, Vive la Calzada ha impulsado un trabajo comunitario desde hace varios años, proceso que les ha valido ser la plataforma más importante de gestión ciudadana para la implementación de la VRO, vecinos y comerciantes han realizado una gran labor de consenso y organización para recibir a la Vía Recreativa en el espacio público común que habitan y transitan. Sumándose además con oferta de actividades gratuitas en donde la iniciativa privada jugó un papel importante contribuyendo desde su trinchera.

La red de organizaciones, colectivos y personas agrupadas en torno a la promoción de la bici como medio de transporte, han sido actores clave en el impulso de este proyecto, involucrándose de manera activa en el proceso de gestión, consenso y, formando parte medular para la operación logística como miembros del staff que hizo posible nuestras calles se convirtieran por unas horas, en un espacio seguro de convivencia para todas y todos. Además, organizando y ofertando actividades para el público que asistió.

Finalmente, y gracias a esta gran gestión ciudadana, el Ayuntamiento de Oaxaca se sumó facilitando la participación de diversas áreas que ofertaron actividades. La regiduría de Ecología fungió como enlace y gestor, convocando la participación de la Comisaría de Vialidad a través de la participación de sus elementos que implementaron un operativo durante las horas que duró este ejercicio, brindando la seguridad necesaria para realizar esta actividad.

El éxito de la implementación de nuestra primera VRO, respondió en mayor medida a este momento particular en el que diversos procesos de empoderamiento ciudadano convergen en tiempo y lugar indicados para hacer posible esta gran apertura de calles a la ciudadanía. La suma de esfuerzos que se vienen dando desde hace algunos años en nuestra ciudad, finalmente se materializó en este primer ejercicio de los muchos que esperamos sucedan y se repliquen, de manera que esta visión de ciudad que ya podemos empezar a probar y vivir, se vuelva el lugar común al que todas y todos aspiramos.

Como conclusión cito un fragmento de un texto escrito por Enrique de Esesarte, integrante y vecino de Vive la Calzada, conocido activista y promotor de la bicicleta en Oaxaca desde hace muchos años y que registra desde su muy particular y emotiva perspectiva, lo que vivimos ese día.

“El domingo 2 de abril, miles y miles de oaxaqueños sedientos de comunidad y esparcimiento se volcaron en la Vía Recreativa Oaxaca. En patines, en bicicletas, a pie, con sus abuelos y con sus niños, que ya saben ahora lo que pueden lograr, encantados todos por la posibilidad de un parque que fue como bajado del cielo. Los oaxaqueños salimos a dar una vuelta con nuestros vecinos, jugamos ajedrez y al ritmo de zumba, meditamos y aprendimos a manejar ese espectáculo de vehículo futurista que es la bicicleta. Aprendimos que, por lo menos unas horas a la semana, y por supuesto que solicitamos sean más, podemos ejercer nuestro derecho a caminar la ciudad, a rodarla, a gozarla. Los vehículos automotores no fueron invitados a nuestra fiesta. No, se han portado muy mal y ya merecen castigo. No invitamos al automóvil por ser non grato a nuestros intereses sociales.

Fue una bomba porque se le mostró a la gente de la Verde Antequera que por supuesto que otro mundo es posible. El mundo de la risa de los niños, del contagioso estupor ante el mundo libre que se le presenta a sus siete años en un parque lineal alucinante al que no tienen acceso cotidiano. Los oaxaqueños vieron el prodigio del equilibrio en las piernas de un adolescente en bicicleta, paladearon la velocidad impresionante de los patinadores, los oaxaqueños, en fin, hicieron su evento. Hicieron comunidad y dijeron fuerte al mundo que Oaxaca de ninguna manera es sólo la rijosa, la clientelar de la política, la de los bloqueos de sueños y maravillas. No. Oaxaca se presentó a sí misma en la Vía Recreativa y se presentó alegre y dicharachera y bailó con un maestrazo en la cochera de Manuel mi hermano. ¡Como si no supiéramos los oaxaqueños cómo bailar! La Vía Recreativa Oaxaca conquistó a todos.

El movimiento hermoso de la sociedad civil le mostró al mundo cómo podría ser otra Oaxaca……nuestros niños, ya acariciaron un mundo como el de Alicia, ya sintieron que pueden atravesar la calle sin peligro. Una sociedad que no pueda proporcionar a sus niños esparcimiento y felicidad, es una sociedad fracasada.

El 2 de abril será un parteaguas de la forma en que los oaxaqueños enfrentamos la movilidad………Reivindicamos el derecho de que sean los peatones y los ciclistas los primeros entes urbanos a los que hay que proteger.”